LA BARONESA LIBRERIA
En este ensayo, escrito unos años después de la versión final del Manifiesto Cyborg, Donna Haraway continúa trabajando entorno a los conceptos de naturaleza/cultura, animales/humanos, realidad/ ficción, primitivo/moderno poniendo énfasis en las operaciones científicas y académicas de configuración de sus límites y fronteras. A partir de las "figuras" de Cíborgs, primates, testigos modestos, OncoRatones, perros y coyotes, híbridos biotecnológicos y organismos simbióticos, conejos virtuales y nativos &cíborg> del Amazonas; va a tratar de dar cuenta de las ilusiones estratégicas de la identidad y criticar las políticas semióticas de la representación (":Quién habla por el jaguar? :Quién habla por el feto?") Frente a este panorama la autora propone "una semiótica politica de la articulación", en pos de fraguar un colectivo nuevo de humanos y no humanos, compuesto de videocámaras tierra, plantas, animales, públicos próximos y distantes y otros elementos constitutivos. "Absolutamente terrible para las publicaciones sobre la naturaleza, pero una ganancia para los otros inapropiados/bles." Haciendo referencia a un miembro de la comunidad kayapó que filmó una manifestación de su comunidad, cuyo caso fue tema de contraversía porque "cómo un nativo va a estar usando una cámara moderna" Haraway nos dice:
Todos estamos en zonas fronterizas quiasmáticas, en áreas liminales en las que se están gestando formas nuevas y tipos nuevos de acción y responsabilidad en el mundo. El hombre con su cámara de video está fraguando una reivindicación práctica que nos dirige a nosotros, moral y epistemológicamente, así como al resto de la gente de la selva a quienes mostrará la grabación para consolidar la defensa de la selva. Su práctica invita a una articulación nueva, en los términos formulados por la gente de la selva. Ya no se los representará como Objetos, no porque traspasen la línea para representarse en términos <modernos> como Sujetos, sino porque conformen colectivos poderosamente articulados.
En este ensayo, escrito unos años después de la versión final del Manifiesto Cyborg, Donna Haraway continúa trabajando entorno a los conceptos de naturaleza/cultura, animales/humanos, realidad/ ficción, primitivo/moderno poniendo énfasis en las operaciones científicas y académicas de configuración de sus límites y fronteras. A partir de las "figuras" de Cíborgs, primates, testigos modestos, OncoRatones, perros y coyotes, híbridos biotecnológicos y organismos simbióticos, conejos virtuales y nativos &cíborg> del Amazonas; va a tratar de dar cuenta de las ilusiones estratégicas de la identidad y criticar las políticas semióticas de la representación (":Quién habla por el jaguar? :Quién habla por el feto?") Frente a este panorama la autora propone "una semiótica politica de la articulación", en pos de fraguar un colectivo nuevo de humanos y no humanos, compuesto de videocámaras tierra, plantas, animales, públicos próximos y distantes y otros elementos constitutivos. "Absolutamente terrible para las publicaciones sobre la naturaleza, pero una ganancia para los otros inapropiados/bles." Haciendo referencia a un miembro de la comunidad kayapó que filmó una manifestación de su comunidad, cuyo caso fue tema de contraversía porque "cómo un nativo va a estar usando una cámara moderna" Haraway nos dice:
Todos estamos en zonas fronterizas quiasmáticas, en áreas liminales en las que se están gestando formas nuevas y tipos nuevos de acción y responsabilidad en el mundo. El hombre con su cámara de video está fraguando una reivindicación práctica que nos dirige a nosotros, moral y epistemológicamente, así como al resto de la gente de la selva a quienes mostrará la grabación para consolidar la defensa de la selva. Su práctica invita a una articulación nueva, en los términos formulados por la gente de la selva. Ya no se los representará como Objetos, no porque traspasen la línea para representarse en términos <modernos> como Sujetos, sino porque conformen colectivos poderosamente articulados.