LA BARONESA LIBRERIA
En El corazón del daño, combina la biografía, la nota íntima, la observación afilada y sagaz, la crónica política, el léxico familiar y la canción de la desesperada. Todos los recursos para contar una vida y despedir a una madre también desesperante, también desesperada. Pero en la recuperación que es todo duelo, hay una intención novedosa: la de compartir esas experiencias y las asociaciones literarias. “Una mujer difícil y hermosa ocupa el centro y la circunferencia de esa casa. Tiene los ojos grandes, los labios pintados de rojo. Se llama Isabel.”
Los recuerdos de esa madre que lo ocupa todo surgen nítidos, pero para pensarlos y transmitirlos -darle la piel de las palabras- la memoria es como un objeto que hay que girar. De cada cara del prisma, un rayo de luz se descompone. ¿O es que son una esfera? La autora va a aplastar ese material, maleable e inasible, para que quepa entre las tapas de este libro
En El corazón del daño, combina la biografía, la nota íntima, la observación afilada y sagaz, la crónica política, el léxico familiar y la canción de la desesperada. Todos los recursos para contar una vida y despedir a una madre también desesperante, también desesperada. Pero en la recuperación que es todo duelo, hay una intención novedosa: la de compartir esas experiencias y las asociaciones literarias. “Una mujer difícil y hermosa ocupa el centro y la circunferencia de esa casa. Tiene los ojos grandes, los labios pintados de rojo. Se llama Isabel.”
Los recuerdos de esa madre que lo ocupa todo surgen nítidos, pero para pensarlos y transmitirlos -darle la piel de las palabras- la memoria es como un objeto que hay que girar. De cada cara del prisma, un rayo de luz se descompone. ¿O es que son una esfera? La autora va a aplastar ese material, maleable e inasible, para que quepa entre las tapas de este libro