El 13 de octubre de 1877 el diario La Capital de Rosario informó que un grupo de cientfficos había encontrado en las riberas del Carcarañá una inmensa y extrañia roca de color negro. Al horadarla para tomar muestras descubrieron que era hueca. En su interior habia un cuerpc humanoide y una placa metálica con los dibujos de un rinoceronte, una palmera y el Sistema $olar.

Más de un siglo después esta noticia llegó a un grupo de historietistas mexicanos que relataron e ilustraron ese extraño suceso. El cómic salió publicado en Duda, una especie de canal Infinito en formato revista que tenía el slogan: "Lo increfble es la verdad"

Cuarenta añios más tarde esta historia regresa al lugar de los hechos en la publicación que el lector tiene en sus manos, pero ya ningún lugareñio podrá reconocer aquí el paisaje de su propia región. Carcarañiá, esa localidad conocida por su camping municipal y por sus salamines, no se encontrará en las planicies pampeanas sino, comc teletransportada, en lo más profundo de la selva amazónica.

ZSerá necesario quizás que lo cercano y propio atraviese largas distancia para que afloren sus misterios y que lo familiar se vuelva inquietante, ajeno, exótico... y con extraterrestres?