LA BARONESA LIBRERIA
La piel del zorro nos ofrece un desgarrador fresco de una ciudad rumana durante las postrimerías de la era de Ceaucescu. La trama sigue la línea discontinua a través de múltiples escenarios desnudos -apartamentos, fábricas, bares, hospitales, cuarteles- y personajes amenazados -una maestra, un soldado, la amante de una agente de la Securitate-, todos marcados por el fracaso y la sospecha. Pero el verdadero protagonista de La piel del zorro es el hipnótico lenguaje con el que se organizan las distintas escenas, un prodigioso miniaturismo verbal que disloca y subvierte una realidad sórdida, cruel, primaria, donde el circulo vicioso de la desesperanza se recrea en la obsesiva contemplación de lo ínfimo y lo abyecto.
La piel del zorro nos ofrece un desgarrador fresco de una ciudad rumana durante las postrimerías de la era de Ceaucescu. La trama sigue la línea discontinua a través de múltiples escenarios desnudos -apartamentos, fábricas, bares, hospitales, cuarteles- y personajes amenazados -una maestra, un soldado, la amante de una agente de la Securitate-, todos marcados por el fracaso y la sospecha. Pero el verdadero protagonista de La piel del zorro es el hipnótico lenguaje con el que se organizan las distintas escenas, un prodigioso miniaturismo verbal que disloca y subvierte una realidad sórdida, cruel, primaria, donde el circulo vicioso de la desesperanza se recrea en la obsesiva contemplación de lo ínfimo y lo abyecto.