LA BARONESA LIBRERIA
Alejandra Pizarnik es una de las escritoras en español más influyentes de la literatura de nuestro tiempo. Es la creadora de una escritura, en sus propias palabras, «densa y peligrosa», pero también de una de las experiencias de lectura más revolucionarias que podamos encontrar. Una revolución, nos cuenta Gabriela Borrelli Azara en su epílogo, interna y profunda, cuyo movimiento conduce al enigma. Esta antología recoge los mejores textos en prosa de Pizarnik, quizá la parte más desconocida de una obra en la que los géneros se transgreden constantemente. Así lo explica Luna Miguel en su prólogo: «Empeñarse en decir que esto no es poesía, ya lo verán, sería bastante discutible. ... Sus pequeños cuentos alucinados son largos poemas. Su teatro es una escenificación de su ritmo poético. Sus relatos largos o crónicas esconden todas las trampas y los trucos de su poesía». Una traición mística es, en definitiva, un viaje asombroso, lúdico y a ratos delirante por el universo narrativo de Pizarnik, que nos regala las claves de su obra: la visión irónica y burlesca de la realidad y de sí misma, la reflexión sobre el lenguaje, la muerte, así como los límites entre la cordura y la locura.
PIZARNIK ALEJANDRA Fue hija de un matrimonio de inmigrantes judíos de Europa del este. A los diecisiete años inició estudios de filosofía y periodismo; más tarde se inscribió en la carrera de letras, que también abandonó. Asistió a clases de pintura en el taller de Juan Batlle Planas y a los diecinueve años publicó su primer libro, La tierra más ajena. A este le siguieron La última inocencia 1956 , Las aventuras perdidas 1958 , Árbol de Diana 1962 , Los trabajos y las noches 1965 , Extracción de la piedra de la locura 1968 y El infierno musical 1971 . Entre 1960 y 1964 vivió en París, donde hizo amistad con Julio Cortázar, Octavio Paz y André Pieyre de Mandiargues. Al regresar a Buenos Aires obtuvo el Premio Fondo Nacional de las Artes y la Beca Guggenheim. La condesa sangrienta, su prosa más extensa, entreteje la poesía y la reseña literaria. En un pasaje de sus diarios dejó escrito: «¿Cuál es mi estilo? Creo que el del artículo de la condesa. Insisto, una y otra vez, en la fascinación por el tema de mi nota. Nunca después volvió a sucederme algo parecido». Alejandra Pizarnik murió a los treinta y seis años tras haber forjado una de las obras más profundas y perdurables del siglo xx.
Alejandra Pizarnik es una de las escritoras en español más influyentes de la literatura de nuestro tiempo. Es la creadora de una escritura, en sus propias palabras, «densa y peligrosa», pero también de una de las experiencias de lectura más revolucionarias que podamos encontrar. Una revolución, nos cuenta Gabriela Borrelli Azara en su epílogo, interna y profunda, cuyo movimiento conduce al enigma. Esta antología recoge los mejores textos en prosa de Pizarnik, quizá la parte más desconocida de una obra en la que los géneros se transgreden constantemente. Así lo explica Luna Miguel en su prólogo: «Empeñarse en decir que esto no es poesía, ya lo verán, sería bastante discutible. ... Sus pequeños cuentos alucinados son largos poemas. Su teatro es una escenificación de su ritmo poético. Sus relatos largos o crónicas esconden todas las trampas y los trucos de su poesía». Una traición mística es, en definitiva, un viaje asombroso, lúdico y a ratos delirante por el universo narrativo de Pizarnik, que nos regala las claves de su obra: la visión irónica y burlesca de la realidad y de sí misma, la reflexión sobre el lenguaje, la muerte, así como los límites entre la cordura y la locura.
PIZARNIK ALEJANDRA Fue hija de un matrimonio de inmigrantes judíos de Europa del este. A los diecisiete años inició estudios de filosofía y periodismo; más tarde se inscribió en la carrera de letras, que también abandonó. Asistió a clases de pintura en el taller de Juan Batlle Planas y a los diecinueve años publicó su primer libro, La tierra más ajena. A este le siguieron La última inocencia 1956 , Las aventuras perdidas 1958 , Árbol de Diana 1962 , Los trabajos y las noches 1965 , Extracción de la piedra de la locura 1968 y El infierno musical 1971 . Entre 1960 y 1964 vivió en París, donde hizo amistad con Julio Cortázar, Octavio Paz y André Pieyre de Mandiargues. Al regresar a Buenos Aires obtuvo el Premio Fondo Nacional de las Artes y la Beca Guggenheim. La condesa sangrienta, su prosa más extensa, entreteje la poesía y la reseña literaria. En un pasaje de sus diarios dejó escrito: «¿Cuál es mi estilo? Creo que el del artículo de la condesa. Insisto, una y otra vez, en la fascinación por el tema de mi nota. Nunca después volvió a sucederme algo parecido». Alejandra Pizarnik murió a los treinta y seis años tras haber forjado una de las obras más profundas y perdurables del siglo xx.